—¿Cómo y cuándo empezaste a escribir?
—Yo creo que comencé a escribir desde muy pequeño, pero hablando.
Era un buen orador de niño, tanto es así, que un amigo de mis padres, me llamaba
Demóstenes.
Lo primero que recuerdo haber escrito, en verso, fue la historia completa desde que
conocí a Asun, hasta que se convirtió en mi novia en el año 1995, hoy mi actual esposa.
Posteriormente, empecé a prodigarme en cualquier celebración, siempre con poemas
alusivos, hasta que en el año 2009, inicié un libro de relatos cortos, independientes, en
clave de humor, que nunca vio la luz.
—¿Qué géneros literarios escribes y por qué?
—Actualmente, solo escribo poesía, aunque no descarto el escribir otros géneros, como
relatos cortos o incluso novelas.
He encontrado en la poesía un foco de escape a mi vida laboral y al estrés que conlleva
mi trabajo.
Realmente siento que escribir poesía es lo que más me gusta de todo lo que he hecho
hasta ahora en mi vida.
—Explica a los lectores qué van a encontrar en tus libros.
—Mi poesía está cargada de humanidad, de la vida cotidiana, de los lugares comunes en
la vida de cualquier persona, y yo diría que de la personalidad escondida que todos
tenemos y que a veces, nos cuesta transmitir en público.
En mi poesía encontrarán sentimientos, valores, prejuicios, dichos, sueños, debilidades y
casi seguro, que a cada uno de los lectores.
Se encontrarán por tanto, a ellos mismos.
—¿Qué es lo que más te ha costado escribir durante tu proyección como escritor/a?
—Quizás más que en el género, encuentro alguna dificultad en algunos temas.
La poesía erótica, quizás sea uno de ellos.
—Si tuvieras que elegir un personaje de tu creación. ¿Cuál elegirías?
—Sin lugar a duda, Bautista, un ingenuo e ingenioso detective, con una personalidad
excéntrica y un excelente sentido del humor.
—¿Quiénes son tus referentes literarios? ¿Crees que influyen en tu forma de escribir?
—Sinceramente pienso que mi forma de escribir es diferente a todo lo que he leído.
Reconozco que nunca fui un gran lector y curiosamente, quizás la poesía es el género
que menos he leído.
Eso cambió hace un año, cuando comencé a escribir a diario y desde entonces es el
único género que leo.
Sí he leído durante 30 años, todo lo que a mi mano llegaba relacionado con mi trabajo.
Mi autor preferido es Antonio Machado y he descubierto no hace mucho tiempo a un
excelente poeta, también bilbilitano, como yo, José Verón Gormaz.
Más que sentirme influenciado por cualquiera de ellos, siento crecer mi inspiración
cada vez que los leo, al igual que me ocurre, cada vez que oigo a Joaquín Sabina.
Quizás sea este último, quien más me influencie.
—¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído que te haya marcado y por qué?
—
Las ratas de Miguel Delibes, fue el primer libro que recuerdo.
Entonces no comprendí, debido a mi edad, el verdadero fondo del mismo, pero el
personaje de ”el Nini”, me envolvió durante mucho tiempo.
El tema del pésimo reparto de la riqueza en nuestro país, la despoblación y el éxito o
fracaso del individuo en su vida, sólo por nacer en un sitio u otro, sigue presente en
cada día de mi vida.
—¿Tienes alguna anécdota curiosa como autor para compartir con nosotros? ¿Cuál?
—Recuerdo muy bien todas y cada una de las cosas que me han pasado como autor,
sobre todo, porque llevo cuatro días.
Publiqué en Twitter lo que yo pensaba que sería un soneto.
Evidentemente, alguien que no lo pensaba, pero que sí lo sabía, me corrigió, pues mi
rima en algún verso era asonante.
Yo estaba en ese momento esperando a que mi hija terminase un examen para intentar
ingresar en la Universidad de Medicina.
De inmediato, al leer su amabilísimo comentario sobre mi proyecto de soneto
malogrado, decidí contestarle, por supuesto, en modo soneto.
Cuando lo terminé, me di cuenta que también había fallado en el segundo soneto.
Como me gustaba ese segundo intento de soneto, y mi hija seguía luchando por su
futuro, en aquella sala, escribí un tercero… y al fin lo logré.
Los otros padres me miraban y sonreían de verme a mí sonreír cuando terminé.
Desde aquellos tres, el soneto se ha convertido en una de mis composiciones poéticas
preferidas.
Al final, terminé escribiendo un libro y mi hija, aprobó aquel examen.
—¿Qué esperas de esta publicación?
—Aunque conozco a muchísima gente, casi nadie conocía mi faceta como escritor.
Me gustaría que quien leyese Mi Piel Sobre Papel, mi primer libro, recomendase su
lectura, pero sobre todo, lo que más me gustaría es que pudiera ser la lectura de mi
libro, el detonante, para que alguien viese que le gusta la poesía.
—¿Estás trabajando en algún proyecto o tienes alguno en mente?
—Estoy trabajando ya y tengo muy adelantado mi segundo libro, también de poesía.
Tengo en mente siempre miles de cosas, cuentos, canciones, pero lo que más me gustaría
poder escribir, sería una obra de teatro, en clave de humor, en verso.
Antes pensaba en cosas físicas, si me tocase la lotería. Ahora, tengo claro lo que haría.