Ana Jesús Olaya Cuenca

Almanseña (1967) de nacimiento y corazón. Debido a su labor en Escuelas Infantiles conoce la importancia del juego en el desarrollo de los niños y por eso crea espacios seguros para jugar: los libros. Ha recibido varios premios de relato y participa de forma habitual en bibliotecas, encuentros literarios en centros educativos, asociaciones, etc.

¿Qué emoción sentirías al ver un fantasma?, ¿y si te perdieras en un bosque?... Leer es experimentar sin sufrir los riesgos de la vida real. Jugar, al fin.

Entre sus obras infantiles encontramos: Mediterráneo, El fantasma negro, El gobernante La vida a gatas y Salvemos al fantasma. Para lectores jóvenes y adultos cabe destacar la novela corta de ficción histórica Si las piedras hablaran.


El fantasma negro

Un fantasma negro acaba de nacer en la mansión del Conde Vázquez. La familia se disgusta mucho porque un fantasma negro no se ve, y si no se ve, no asusta, y si no asusta ¿para qué quiere ser fantasma? Todos descubrirán que puede ser de mucha ayuda...

El fantasma negro es una historia que nos habla de la diferencia con respeto, amor y mucho humor.

Mediterráneo

Tres hermanos: Lucía, Iván y Gonzalo son testigos de un suceso que les inquieta. Quieren ayudar a solucionarlo, pero ¿qué pueden hacer? Y lo que es más importante, ¿para qué o quién lo tienen que hacer?

Mediterráneo es un álbum poético que, desde el punto de vista de un niño, aborda el tema de la inmigración y los refugiados. Además, nos muestra que la solidaridad es un valor que se aprende en familia.

La vida a gatas

Lucho es un perro que vive feliz con sus dueños, hasta que un hecho viene a alterar la tranquilidad de sus días: el nacimiento de un bebé.

Las dudas y los temores iniciales que siente la familia se disipan por completo cuando Raúl comienza a gatear. En ese momento, Lucho se erige en fiel compañero que guía y cuida del pequeño mientras éste explora y descubre el mundo. Papel que asumirá, incluso poniendo en riesgo su vida, para proteger a Raúl.

Asombro, diversión y ternura caben en esta historia de amistad, entre dos seres que recorren la vida a gatas y que la hacen inolvidable.

La casa y la luna

María Elena y su gato Menta viven felices en una casa antigua hasta que un día aparece Federico, que la quiere comprar para derribarla y construir un edificio nuevo. El gato y su dueña no quieren abandonar su hogar porque la luna visita su patio cada noche; pero aquel hombre es muy insistente y todo se complica... ¿Venderán su casa? ¿Qué pasará?

Esta historia enseña que el dinero no lo es todo, y que hay cosas mucho más importantes.


Salvemos al fantasma

Alba tiene que mudarse con su familia a un pueblo. Allí vivirá en una casa muy grande y conocerá a nuevos amigos, uno de ellos muy especial: un fantasma. Pero alguien quiere atraparlo.

¿Qué puede hacer para ayudarle?

¿Lo conseguirá?

Entrevista a la autora

—¿Cómo y cuándo empezaste a escribir?

Escribo desde niña, no recuerdo la edad que tendría, pero fue un acto muy unido a la lectura. Leía muchísimo: los cuentos clásicos que me regalaban a mí, los tebeos del Capitán Trueno y El Jabato que les regalaban a mis hermanos y, entre medias, todo lo que caía en mis manos, Zipi y Zape, Mortadelo y Filemón, Los cinco y otras historias de Enid Blyton, etc.  Y como un acto natural comencé a escribir. Escribía poesías y cuentos de fantasía. Y también algunas obras de teatro que llegaron a representarse en mi colegio. Todavía guardo muchas de aquellas obras manuscritas con mi caligrafía infantil y las hojas amarillentas por el paso de los años.

—¿Qué géneros literarios escribes y por qué?

Escribí mucha poesía de joven (que nunca publicaré por su poca calidad), pero fue un buen aprendizaje para escribir prosa. La poesía te ayuda a utilizar la palabra precisa, a decir lo máximo utilizando las palabras mínimas… Es quitar la paja para ir a lo esencial.


Años después, y sin duda influenciada por la presencia de niños en mi vida (mis hijos y mis alumnos de la escuela infantil), escribí bastantes poemas infantiles que, siempre bajo mi consideración, merecían la pena. Después probé con cuentos infantiles, me gustó el resultado, comencé a prestárselo a amigas maestras que empezaron a leérselos a sus alumnos, tuve encuentros con ellos en los colegios y, ante la buena acogida, animada por ellas y por mi familia, llegaron las publicaciones.

También tengo escritas algunas novelas juveniles y, desde hace muy poco, escribo cuentos para adultos. Es un género que me fascina, porque tiene tanta intensidad como un poema y además te permite jugar: puedes cambiar la voz narradora, el tiempo verbal, la época, la temática… Es un laboratorio para experimentar y un género del que se puede aprender mucho.


—Explica a los lectores qué van a encontrar en tu libro.

 Salvemos al fantasma es una novela infantil muy divertida que habla de la amistad, la familia y el derecho a las segundas oportunidades y a ser feliz. Es una historia optimista que gustará tanto a los niños como a sus padres. Es una narración muy disfrutable.

—Si tuvieras que elegir un personaje de tu creación. ¿Cuál elegirías?

Hoy por hoy que quedo con la narradora de mi novela corta Si las piedras hablaran. Como el título indica es una piedra presente en la Tierra desde la formación del planeta hasta la actualidad. Es testigo de la aparición de la vida, las primeras civilizaciones, las diferentes épocas históricas…, y va narrando cómo ve a los humanos. Aparecen los grandes temas de la Humanidad: el paso del tiempo, la ambición, la caída de los imperios, la desigualdad histórica que ha sufrido la mujer, la guerra, el amor... Todo está presente en esta novela y lo cuenta una piedra que, lejos de ser insensible, se muestra muy humana.

—¿Quiénes son tus referentes literarios? ¿Crees que influyen en tu forma de escribir?

Me gustan muchísimo Juan Farias y Silvina Ocampo por su prosa precisa y poética. Me gusta el realismo mágico de García Márquez, la fantasía de Cortázar, la llaneza de Miguel Delibes, John Steinbek por su crítica social y la belleza de su narración a pesar de contar unas historias tan duras, Ana Mª Matute por su simbolismo, tan rico, Pedro Mañas por escribir unas historias tan divertidas, Michel Ende por su prodigiosa imaginación, entre muchísimos otros.

Como veis no he hecho distinción entre autores para adultos y autores para niños. Todo es literatura, todos me interesan, y todos me influyen a la hora de escribir.

—¿Qué esperas de la publicación de tu obra con Ediciones Passer?

—Ediciones Passer me ha conquistado con su calidad profesional y su calidez humana. Espero que esta aventura nos

haga crecer juntas, disfrutar del viaje y llegar muy lejos.