Guillermo Fernández

Nació, caída ya la noche, el veintiocho de septiembre de 1971 en Sevilla; donde pasó sus primeros años. Aunque pronto se fue a vivir a Madrid arrastrado por trabajo paterno, regresando a Sevilla con 20 años. Es Técnico Superior en Desarrollo de Aplicaciones Informáticas. Profesión que le ha llevado a otros sectores, otras dimensiones ya vivir varias mudanzas, finalizando en Donostia, donde vive en la actualidad.

Se aventuró en la escritura por pasión y animado por su entorno, espera seguir mucho tiempo en esto de escribir. Domina el género del relato y la novela corta. Gris marengo es su primera novela corta publicada, con la que nos regala otros tres relatos tan diferentes como sorprendentes.


Gris Marengo

Esta es la historia de Nacho, pero también la de Araceli. Dos personas solitarias que luchan contra los prejuicios internos y externos. Porque la vida no es blanca o negra, la vida a veces es gris marengo...

Además, el autor nos regala tres historias extra que sorprenden.


Hablamos con Guillermo

—¿Cómo y cuándo empezaste a escribir?

De forma tímida y para mí, realmente, empecé cuando tenía unos catorce o dieciséis años. Era un pequeño cuento o una pequeña historia de un polizón holandés del siglo XVII,  no sabía dónde me estaba metiendo. Lo hice a boli, aún lo recuerdo bien, sobre unas hojas cuadriculadas tamaño cuartilla de un bloc.

De manera más formal, sobre 2003 aproximadamente, escribí una obra de teatro y algunos relatos cortos.  Aunque la escritura, de cualquier modo, siempre me ha acompañado.

—¿Qué géneros literarios escribes y por qué?

Mayoritariamente el género breve y sobre todo el Relato insólito. Es algo que me gusta, me permite expresar lo que quiero o siento en poco espacio y en poco tiempo.

El teatro ha estado presente en mi vida también y de ahí intentar cultivar este género desde la escritura

—Explica a los lectores qué van a encontrar en tus libros.

Sobre todo algo intimista, personajes que sienten y hacen sentir. Situaciones cotidianas y otras que no lo son, pero que se pueden dar.

—¿Qué es lo que más te ha costado escribir durante tu proyección como escritor/a?

Un relato en segunda persona.

—Si tuvieras que elegir un personaje/poema/ escrito de tu creación. ¿Cuál elegirías?

Creo que me quedaría con «Araceli» una de las protagonistas de mi novela breve, Gris Marengo.


—¿Quiénes son tus referentes literarios? ¿Crees que influyen en tu forma de escribir?

Virginia Woolf me marcó, sin duda. Pero quizás me hayan influido más Raymond Carver o Faulkner o algunos otros del «Realismo Sucio» (Fante). No soy un experto en ellos pero es lo que más se acerca a lo que me gustaría escribir, así que supongo que sí, que alguna influencia, algún «deje» tendré de ellos.

Sin olvidar, por supuesto, a Eduardo Mendoza, Javier Marías,...

—¿Cuál es el primer libro que recuerdas haber leído que te haya marcado y por qué?

Son muchos, pero si me tengo que ceñir a uno, diría que Al Faro, de Virginia Woolf. Fue mi descubrimiento del Intimismo, de las reflexiones más privadas de los personajes. Y la forma tan maravillosa de describirlo. Me fascinó.


—¿Tienes alguna anécdota curiosa como autor para compartir con nosotros? ¿Cuál?

Pues recuerdo algo con mucho cariño. Hace ya 20 años escribí una obra de teatro. Por aquel entonces, tenía muchos sueños y ganas de hacer cosas. Conseguí, gracias a la que era en ese tiempo mi pareja, conocer a Antonio de la Torre, el gran actor malagueño. Así que decidí hablarle de mi pequeña obra. Quedamos un día y se la llevé. Bueno, tomamos unos vinos, tuvimos conversaciones muy interesantes y ahí quedó… al poco tiempo ganó un Goya, lo llamé para felicitarlo y nunca más volví a hablar con él. Pero espero que Antonio de la Torre tenga mi obra en algún lugar de su casa, aunque sea en una caja en el trastero… jajaja…

—¿Qué esperas de esta publicación?

Espero que lo lea mucha gente, que guste y que tenga mucha crítica (constructiva, por favor) y que todo esto me dé fuerzas para seguir escribiendo.

—¿Estás trabajando en algún proyecto o tienes alguno en mente?

En mente siempre tengo mil cosas… pero soy muy perezoso, me cuesta sentarme y ponerme a escribir. Es mi asignatura pendiente, no procrastinar. Ando dándole vueltas a una segunda parte de Gris Marengo, pero no lo tengo claro.